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–En el Día del Amor y la Amistad, conoce a Alex Amaya y Veraliz de Amaya, líderes del Ministerio de Matrimonios, Campus Hotel.

Alex y Veraliz Amaya se conocieron en el colegio. Entre exámenes, la hora del recreo y los sueños de juventud, se enamoraron y, poco después, se casaron. Tienen una hija adolescente y una vida que han construido sobre la base de su relación con Jesucristo como su Señor y Salvador. 

Semana tras semana, los Amaya apartan tiempo para enseñar la Palabra de Dios a parejas casadas. 

“Cuando llegamos a Vida Nueva hace seis años, nos involucramos en un grupo de matrimonios. Luego, nos pidieron ser la pareja de apoyo para los líderes que eran Nancy y Darwin Romero. Antes de la muerte de Darwin, nosotros nos encargábamos y al no estar ellos, somos los líderes junto con otra pareja”, dice Veraliz. 

Alex asegura que Dios les ha permitido que el grupo vaya creciendo. 

“Hemos visto las necesidades de los matrimonios cristianos. Estar en una iglesia no significa que no haya dificultades, y si (el matrimonio) no se pone a la luz de la Palabra, es sumamente difícil”, dice. 

Por eso, los esposos Amaya enfatizan la importancia de discipular a la otra pareja responsable del grupo de matrimonios. 

“Así como nosotros fuimos enseñados, hemos tratado que la otra pareja también pueda ir encaminada de esa manera, enseñándoles lo mismo que nosotros recibimos”, dice Alex.

Veraliz agrega que, desde julio de 2023, también apoyan el ministerio de oración en Campus Hotel, todos los domingos a las 8 de la mañana. 

“La oración es buscar la voluntad de Dios para nuestras vidas, y entender que si no llegamos sumisos y humildes para recibirla, es difícil que podamos caminar por la vida”, asegura Alex. 

Cada día, los Amaya se esfuerzan por aplicar esos principios en el seno de su hogar y sus actividades cotidianas.

Veraliz trabaja desde su casa en servicio al cliente para una empresa que comercializa cosméticos por catálogo. Alex labora para una correduría de seguros en las áreas de ventas, administración y mantenimiento de las bases de datos de los clientes. Con un horario más flexible que en su trabajo anterior, ahora dedica más tiempo a su familia y los ministerios de Vida Nueva.

“Nuestra hija también está sirviendo. Dios le ha puesto en el corazón servir a los niños preescolares. Siempre salimos los tres, nos gusta mucho pasar tiempo juntos”, dice Alex. 

Sonríe al recordar su versículo favorito, Filipenses 2:3: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo”.